"¡ Televisa se desploma!" Así fe como varios medios mexicanos titularon la noticia para informar los problemas económicos que traviesa el gigante de la televisión.
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El viernes salió a la luz que las acciones cayeron casi un 9% en la Bolsa Mexicana de Valores, tras informar que no separará sus unidades de negocio.
Además, la empresa reportó una utilidad neta atribuible a accionistas de 56.5 millones de pesos en el cuarto trimestre de 2018, una cifra que representa una caída de 83.6 por ciento respecto del año anterior, cuando ganó 343.3 millones de pesos.
Según se mencionó, uno de los factores a los que se atribuye la caída es por la disminución en las ventas por publicidad en el último trimestre de 2018 (3.7 por ciento menos respecto del mismo periodo de 2017).
Los problemas para la empresa vienen de tiempo atrás. En octubre de 2017, Emilio Azcárraga Jean renunció, en medio de la crisis económica, a la dirección general.
La cambios alejaron a televidentes
Bajaron en audiencia, sus ingresos bajaron por venta de contenidos televisivos y aún no ha sabido adaptarse a situaciones como el crecimiento de redes sociales y la televisión vía streaming.
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Según información de EFE, en 1997 Televisa comercializaba sus contenidos en 130 países en 23 idiomas. Tan sólo un año antes exportó más de siete mil horas de programación a EE.UU.; más de 13 mil a Europa; 25 mil a Asia.
A Centroamérica, exportó ese año 20 mil 693 horas de programación y 20 mil 243 a Sudamérica.
El panorama ahora es muy distinto para la televisora mexicana. Los efectos de la crisis financiera que atraviesa se han dejado sentir en todos los sectores de la empresa.
A finales de 2016 anunció el recorte de 20 por ciento de su personal, unos tres mil trabajadores. Quienes conservaron su puesto tendrían una disminución en su salario.
Las famosas exclusividades que se pagaban a los actores han ido desapareciendo, lo que ha provocado que sus estrellas busquen acomodarse en televisoras de Estados Unidos.
Aunque las telenovelas siguen siendo el producto estrella de exportación de Televisa, la televisora recurre cada vez más a las coproducciones con otras empresas.
Las demás pérdidas
Otros de los temas que más llamó la atención el año pasado fue que grandes productores le dijeron adiós a la empresa, ahora solo trabajan por proyecto.
Entre ellos están: Luis de Llano, Emilio Larrosa, Mapat, Jorge Ortiz de Pinedo y Rosy Ocampo.
En 2017 se despidió del certamen de Nuestra Belleza México, en donde se elegía a la representante para Miss Universo. Lupita Jones llevó el concurso, en otro tipo de concepto, a Azteca.
La televisora ya había cancelado otros proyectos como la segunda temporada de La doble vida de Estela Carrillo y la nueva versión de Mirada de Mujer.