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“¿Si pudieras hablar con tu hermano qué le dirías?”: Kevin Cordón conmueve

El zacapaneco, Kevin Cordón, conversó con Publinews sobre su logro en Tokio, de su vida y conmovió al contar lo que le diría a su hermano si pudiera hablar con él.

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Diecinueve años han pasado desde que con tristeza, pero con el corazón lleno de sueños, tomó sus maletas y dejó La Unión, Zacapa. Sacrificios, tristezas, lesiones y momentos difíciles han formado parte de su experiencia, incluso estuvo al borde del retiro tras sufrir una grave lesión y la muerte de su hermano, todo en una misma semana, pero Kevin Cordón supo anteponerse a todo, gracias a su “ángel” que lo cuida desde el cielo, y hoy se siente orgulloso al decir que es el cuarto mejor badmintonista del mundo.

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Tras iniciarse en el bádminton en su pueblo, Kevin llegó a la capital en 2002, con una beca de la federación. Su entrenador, José María Solís “Chema”, lo arropó como a un hijo y ha disfrutado y llorado a su lado. Y aunque el camino ha estado lleno de obstáculos, 23 años después, Kevin alcanzó el éxito en los Juegos Olímpicos de Tokio, un éxito que le devolvió la esperanza a todo un país.

Luego de un breve descanso, el zacapaneco se tomó un tiempo para conversar con Publinews sobre su vida, sus sueños y las emociones que aún invaden su mente y corazón.

Omar Solís

¿Qué se siente y qué significa ser el cuarto mejor del mundo?

Es un sentimiento muy bonito. Uno entrena por alcanzar sus sueños y que se hagan realidad en unos Juegos Olímpicos es algo lindo. Viene a mi mente todo lo que he hecho y he dejado de hacer por cumplir mis sueños. Pero esto me compromete más porque obtuve un buen resultado, el ranquin mejoró y eso me dará la oportunidad de jugar mejores torneos a nivel mundial, además me obliga a ser mejor persona. Quiero transmitir estas cosas tan bonitas a los niños para que ellos realicen sus sueños.

El camino ha sido largo, pero ha valido la pena…

Veintitrés años tuvieron que pasar para llegar a ser cuarto lugar del mundo. Todo empezó con una ilusión de niño, venirme a la capital y dejar a mi familia, pero ha valido la pena. Bien dicen que el camino del éxito no es de quien llega más rápido sino de quien es más constante. Han sido 23 años de camino constante. Después de los Juegos, lo que viví al volver a Guatemala, ver el cariño de la gente y el apoyo es algo que siempre llevaré en mi corazón.

Getty Images

¿Qué ha sido lo más difícil en tu carrera?

La lesión y la muerte de mi hermano (Marvin, en 2013) fue muy difícil, me caí y toda mi familia, tocamos fondo. Gracias a Dios a nuestra manera encontramos las respuestas de por qué nos tocó vivir esa mala experiencia. Fue lo más duro que me ha tocado vivir.

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En Tokio dedicaste cada juego a tu hermano, si pudiera escucharte, ¿qué le dirías?

Primero le contaría lo que me tocó vivir un día antes de mi operación (de rodilla). Le diría que pude salir de esa experiencia y volví a hacer lo que más me gusta, jugar al bádminton. También le daría las gracias por la ayuda que me ha dado todos estos años, sé que me da ánimos o me regaña cuando no hago las cosas bien. Por eso las celebraciones son para él, porque no juego solo, él está conmigo.

Omar Solís

De estar cerca del retiro  pasaste a ser el cuarto mejor del mundo…

A veces uno necesita ese tipo de experiencias (lesiones) para para ver con más claridad los pequeños detalles. Ya no veo las lesiones como una desgracia sino como parte de mi entrenamiento deportivo y formación como persona. Cuando estaba lesionado, una de las cosas que más me alegró fue que cuando pude cortarme las uñas de los pies por mí mismo, fui muy feliz (sonríe). Ahora le pongo ‘coco’ a los pequeños detalles, eso marcó la diferencia para volver al bádminton y llegar a ser el cuarto lugar en Juegos Olímpicos.

¿Qué sentiste al estar tan cerca de las medallas?

Las pude acariciar, pero no se logró. Me quedo con todo lo bonito que viví.

Omar Solís

¿Cuál de tus seis juegos fue el más significativo?

El que sostuve ante el representante de Hong Kong (Angus Ng Ka-long) porque estaba jugando con el número 8 del mundo, él era favorito. Haberle ganado abrió la puerta para todo lo demás, fue cuando me dije: ‘voy con todo, el que quiera ganarme tendrá sudar’ (sonríe). Fue el partido que marcó la diferencia, el más significativo.

¿Qué hicieron diferente a los otros rivales, Viktor Axelsen y Anthony Sinisuka para vencerte?

Creo que no se dejaron sorprender porque yo era un jugador desconocido y se tomaron más tiempo para analizar mi estilo de juego y qué debilidades tenía, a parte del nivel con el que llegaban, eso  marcó la diferencia en los últimos dos partidos.

Kevin Cordón y Viktor Axelsen Kevin Cordón y Viktor Axelsen

¿Qué te dijo Axelsen al final del partido?

Dejando por un lado el hecho de que quedó como campeón olímpico, lo admiro porque es humilde, sus palabras en los Juegos Olímpicos son algo que siempre recordaré y agradeceré, fueron lindas y sinceras. Incluso rompió el protocolo y me abrazó, me dijo: ‘Gracias por ser fuente de inspiración para el resto del mundo, los demás se inspirarán en saber que las cosas se pueden lograr’.

¿Y qué te dijo “Chema”?

Anda contento porque él no es mi entrenador, es mi papá. Me adoptó desde niño y ha visto todo lo que he tenido que pasar para poder estar ahí, es el hombre más feliz del mundo. Aquí está el resultado de todo lo que hemos vivido. Recordamos muchas cosas que pasamos y que nos han dado madurez.

Omar Solís

¿Cuánta madurez te costó llegar hasta aquí?

Las derrotas, lesiones y los temas personales que me han tocado vivir han hecho que sea una persona más madura y también han acercado personas que me han ayudado. El hecho de que el entrenador de Indonesia (Muamar Qadafi) haya venido en 2017 para ayudarme dejando a su familia, es un sacrificio que agradezco. También una familia de México que en 2018 me echó la mano en la preparación física y lo hizo gratis. Herbalife que desde 2015 me ha apoyado en el tema nutricional, que es muy importante. Todo ha servido para alcanzar la madurez con la que llegué a los Tokio

La mentalidad también juega un papel  importante…

El tema mental es lo que marca la diferencia. Es inevitable pensar en cosas negativas o compararnos con países desarrollados, pero esas diferencias siempre han existido, así que pensé: ‘a ver quién lleva más ganas de ganar, a ver quién le pone más corazón a cada punto’, así me fui a Tokio y entré con esa actitud en cada partido, yo estaba jugando sin pensar, disfruté el momento y cuando me daba cuenta ya estaba celebrando.

Omar Solís

Luis Carlos Martínez dice que ustedes rompieron barreras psicológicas…

Totalmente, uno desearía tener las instalaciones que tienen países como Francia, pero no es nuestra realidad, no importa quién tenga más facilidades, la actitud y el carácter marcaron la diferencia y rompimos esas barreras. Hicimos que Guatemala sonara en Juegos Olímpicos.

¿Qué falta para que otros deportistas sobresalgan?

Aceptar las condiciones en las que estamos, trabajar con lo que se tiene sin poner excusas y tener carácter y actitud a la hora de competir. Después vienen otros temas, como el que entrenador, federación y jugador estén en la misma conexión y se respete el proceso que se necesita para llegar a un buen nivel.

Omar Solís

Entrenaste en una iglesia…

Con la pandemia se nos cayó la planificación que teníamos fue difícil porque  aún no había clasificado a los Juegos y los demás países comenzaron a entrenar, no podíamos quedarnos atrás, entonces se nos ocurrió la idea de entrenar en mi pueblo. Pero cuando lo objetivos están claros no importa donde se entrene, indiferentemente de la condiciones lo importante es que no nos detuvimos, era lo que había y al final fue una buena experiencia que hizo que la historia de este resultado fuera más bonita. No importa en qué condiciones estemos siempre se puede. Además estoy muy agradecido con Rodolfo Ramírez y Rubén Castellanos, que fueron los que más me ayudaron a entrenar.

¿Estarás para París 2024 o piensas en el retiro?

Me encantaría volver a estar en Juegos Olímpicos más con todo esto viví. Como deportista es lo mejor que me puede pasar y representar al país es lo más lindo que hay. Es un objetivo a largo plazo, estar en un buen ranquin y poder jugar torneos que antes no podía… la exigencia será más complicada, en el camino se irá viendo.

Omar Solís

¿De qué depende tu continuidad en el bádminton?

Lo primero es que no tenga una lesión que me obligue a retirarme o algún problema personal que me obligue a cambiar el chip, esas cosas son primordiales para seguir jugando.

¿Qué tienes planificado a corto plazo?

Todavía hay muchas emociones en mi cabeza, ahorita estamos en proceso de retomar el ritmo. Ya empezamos a ver los torneos que tenemos de aquí a fin de año, el principal será el Mundial en diciembre, en España.

*Fotos Omar Solís

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