Varios aficionados del futbol recordarám a Hakan Sukur por ser el jugador que logró el gol más rápido de la historia de los Mundiales con la selección de Turquía.
Sin embargo, a sus 48 años, su vida ha dado un giro radical. Tras unirse al partido de Erdogan (AKP), acabó saliendo por los escándalos de corrupción y una vez rotas las relaciones con Erdogan, comenzó la persecución.
El exjugador cuenta que cuando congelaron sus activos tuvo que huir a Estados Unidos en 2015 mientras dejaba atrás a su padre, al que encarcelaron y más tarde dejaron salir por padecer cáncer (enfermedad que también sufría su madre).
El triste desenlace en su vida en Estados Unidos
No pudo alquilar sus propiedades por temor a que el partido turco tomase represalias contra los inquilinos y abrió una cafetería en Estados Unidos que tuvo que cerrar poco después de que encarcelaran a un fan que se había hecho una foto con él y que unas personas sospechosas le intimidaran. Ahora conduce un Uber en Washington y vende libros para ganarse la vida.
El exfutbolista turco contó su desgarradora historia y reveló como de tenerlo todo, se quedó sin nada por malos manejos en su vida personal.
"Estoy empezando a trabajar ahora. No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo", comentaba el futbolista en una entrevista.
*Con información de: Diario AS