Se confirma la peor noticia para el Liverpool horas antes de que arranque la vuelta de las semifinales de la Champions League.
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El club inglés, que este martes enfrenta al Barcelona con la obligación de remontar el 3-0 de la ida, no podrá contar con su máxima estrella: el egipcio Mohamed Salah.
El delantero africano, máximo goleador de la Premier League inglesa, sufrió un fuerte golpe en la cabeza el sábado, durante un partido liguero contra el Newcastle.
Salah quedó inconsciente durante algunos segundos y tuvo que ser retirado del campo en camilla.
"Salah se siente bien pero no está lo suficiente bien para jugar, eso es todo", afirmó en conferencia de prensa este martes el técnico Jürgen Klopp.
Solo con Mané
A la baja de Salah, y a la ya presupuestada de Naby Keïta (lesionado en el duelo en el Camp Nou), se suma además la del brasileño Roberto Firmino, quien no pudo recuperarse a tiempo de las molestias musculares que arrastra.
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"No tenemos a nuestros dos mejores delanteros mañana; hay que marcar goles al Barcelona… sé que no es fácil pero vamos a intentarlo", concluyó Klopp.
Esta inesperada situación obligará al técnico alemán a improvisar, y a recurrir a la única pieza de su famoso tridente ofensivo que le queda disponible: el senegalés Sadio Mané.
El inglés Daniel Sturridge, el belga Divock Origi y el suizo Xherdan Shaqiri podrían ser las opciones de Klopp para acompañar a Mané en el ataque de los "Reds".
El Barcelona, por su parte, llega a la vuelta en plenitud de condiciones.
Tanto el astro argentino Lionel Messi como el delantero uruguayo Luis Suárez liderarán la expedición blaugrana en Anfield.
La única baja sensible para los de Ernesto Valverde será la del francés Ousmane Dembelé, quien se perderá el partido por una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha.
