El París SG, bajo la lupa del Fair-play financiero de la UEFA desde los fichajes hace un año del brasileño Neymar y Kylian Mbappé por más de 400 millones de euros, será sometido a un "examen más profundo", anunció este lunes la instancia europea.
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La investigación llevada a cabo por la Instancia de Control Financiero de los Clubes (ICFC) había concluido con el sobreseimiento del caso en junio, pero la Cámara de Enjuiciamiento ha decidido "reenviar el caso a la Cámara de Instrucción de la ICFC para un examen más profundo", según un comunicado publicado en la web de la UEFA este lunes.
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Instaurado en 2011, el Fair-play financiero es el instrumento utilizado por la UEFA para impedir que los clubes participantes en competiciones europeas (Liga de Campeones y Europa League) gasten más dinero del que generan con su propia actividad. El déficit entre los ingresos y los gastos no puede exceder los 30 millones de euros acumulados en un periodo de tres años.
En caso de infracción, la UEFA puede sancionar a los clubes con castigos que pueden ir desde una simple advertencia a la exclusión de las competiciones europeas o la prohibición de fichar nuevos jugadores.
El París SG ya fue sancionado en el pasado, aunque no recibió el castigo máximo: la exclusión de las competiciones europeas.
El club francés no es el único que está en el punto de mira de la UEFA, ya que el Milan también está siendo actualmente investigado.
Ambiciosos fichajes
En agosto de 2017 se concretó el fichaje del brasileño al equipo parisino por un total de 222 millones de euros, el fichaje más caro de la historia.
Con el millonario traspaso, el PSG despertó la atención de la FIFA, que dejó a la institución al borde de la trampa del fair play financiero.
A pocas semanas de la llegada de Neymar, el Mónaco y el Paris Saint-Germain llegaron a un acuerdo por la estrella francesa por un total de 180 millones de euros.
"L'Equipe" explicó en su momento que ambos clubes "han llegado a un acuerdo sobre una cesión al equipo de París de Mbappé. Cesión que incluye una opción de compra".
La cesión le permitiría al PSG no exponerse a sanciones de la UEFA por incumplir el fair-play financiero, según el cual un club no puede gastar más dinero del que ingresa independientemente del capital de su propietario.