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Ortiz vuelve a ser fundamental y Xelajú va por su sexta luna

Los quetzaltecos supieron cómo encarar el partido de vuelta ante Sanarate y se han clasificado a una nueva final. Su rival será Guastatoya o Cobán Imperial.

El cuadro de Xelajú MC avanzó a una nueva final, tras cinco años, después de empatar este sábado 1-1 ante Sanarate y superarlos 3-2 en el marcador global.

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Otra vez, como a lo largo de las instancias finales, los chivos lucieron ser un equipo muy sobrio. La mano de Walter Enrique Claverí le ayudo en gran medida al plantel quetzalteco y ahora están cerca de ganar un nuevo título, que de lograrlo será el sexto en su historia.

Ataque de Sanarate

Durante los primeros minutos del primer tiempo, el equipo local se fue con todo sobre el marco chivo con la intención de marcar la primera anotación del encuentro, sin embargo, nuevamente se topó con la figura de José Carlos García, quien fue uno de los jugadores más importantes para Xela en esta serie.

“La Máquina”siguió atacando pero sin causar el efecto deseado. De esa forma terminó el primer tiempo y para los altenses la clasificación estaba cerca.

Llegan los goles

En el segundo tiempo, la tónica no cambió. Sanarate se desbocó sobre el pórtico chivo. Fue así como al minuto 60, William Zapata, que ingresó en la segunda parte, asistió a Kevin Elías, que dejó en el camino a García y solamente empujó la pelota al fondo del marco para adelantar a los celestes.

El estadio municipal explotó en júbilo tras la anotación de su equipo. Con esto los dirigidos por Pablo Centrone estaban haciendo historia al avanzar hacia su primera final.

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La alegría le duró muy poco a Sanarate. Al minuto 70, Edgar Macal desbordó por la banda derecha y realizó un centro para donde estaba Jorge Mario Ortiz, quien con un sólido cabezazo marcó el tanto del empate y de la clasificación para los chivos. Para el oriundo de San Marcos fue su tercera diana en la postemporada.

Al finalizar el encuentro, los jugadores quetzaltecos celebraron a lo grande su clasificación hacia la final.

Cuando a uno lo contratan como entrenador le están dando un puesto para liderar a un grupo. Yo le dije a los jugadores que mi estancia era para hacerlos mejores.

El premio es para los jugadores y para una directiva que ha mantenido el equipo al día, que les ha dado la tranquilidad de entrenar y pensar en táctica, no en qué voy a comer mañana y eso es el mérito de todos”, fueron las declaraciones de Claverí tras finalizado el encuentro.

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