El abuso de Larry Nassar, exmédico de la Federación de Gimnasia de Estados Unidos, no solo quitó la inocencia de las jóvenes, sino que también provocó la trágica muerte de un padre de familia.
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Nassar fue condenado este miércoles a una pena de 40 a 175 años de prisión por el caso de abuso sexual más grande en la historia del deporte, al haber sido el victimario de más de 100 gimnastas, entre ellas, superestrellas y multimedallistas olímpicas.
Kyle Stephens, una de las víctimas, rindió uno de los testimonios más indignantes y tristes durante el juicio, en él narró como era obligada por su padre a pedirle disculpas a Nassar. “Pide perdón a Larry”, le decía, cada vez que ella intentaba decir que él la abusaba.
“Me empecé a sentir como si me hubieran lavado el cerebro y para no olvidarme de que no era una mentirosa, me forzaba a recordar paso a paso cómo fueron los abusos. Si no, sentía que perdía el sentido de la realidad y me cuestionaba si habían ocurrido esos abusos”, afirmó Stephens el martes.
Pero la historia de Kyle, amiga de la familia de Nassar y la única que no tenía relación con sus procedimientos médicos, dijo que fue abusada desde los seis años hasta los 12 en su propia casa.
Cuando en 2016 comenzó la investigación contra Nassar y quedaron demostradas las primeras acusaciones, el padre de Kyle se suicidó al darse cuenta de que su hija dijo la verdad todo el tiempo y al sentirse traicionado por su “amigo” al que defendió durante mucho tiempo.
“Convenciste a mis padres de que era una mentirosa (…) A lo mejor ya te has dado cuenta de que las niñas pequeñas no son niñas para siempre. Crecen y se convierten en mujeres fuertes que vuelven para destruir tu mundo”, dijo Kyle durante el juicio.
El año pasado, Nassar fue condenado a 60 años de prisión por el delito de pornografía infantil, por lo que a esta, deberá sumar su nueva sentencia.