Marvin Escalante hizo equipo con Edin Roberto Nova y Diego Magdaleno González, y pese a tener triunfos a nivel centroamericano y nacional, sabía que su éxito iba a estar más allá de la bicicleta. Estudió y ahora es un abogado con dos maestrías. Este año, en la 57 edición de la Vuelta a Guatemala ha vuelto a correr y es el más veterano, pues lo hace con 52 años.
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Una hija de Escalante es abogada y otro está a punto de graduarse también de leyes. El apellido de Marvin era de los que más sonaba en los años noventa en las narraciones radiales que describían a los “chapines de acero” que daban franca batalla a los “escarabajos” colombianos de aquella época.
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En su palmarés, Escalante lleva diez participaciones en la Vuelta a Guatemala. Junto al ciclismo quería algo más, y con la oportunidad que tuvo estudió Derecho.
“En Guatemala no se puede vivir del deporte, pero se puede llevar paralelamente con el estudio. Hay ciclistas que no estudian y eso me da mucha tristeza”, afirma Marvin.
¿Está loco?
En la 57 edición de la Vuelta a Guatemala participan jóvenes, que por edad, podrían ser hijos de Escalante. Algunos tiene 20 años, la edad en la que él comenzó en las competencias. A sus 52 años integra el equipo Eurobikes Hino.
“Algunos me han dicho que estoy loco”, relata Marvin al referirse a los comentarios que recibió por su participación. Pero confiesa que si no estuviera en condición, no lo haría.
Él tiene un bufete en Quetzaltenango, su lugar de nacimiento, y en los tiempos libres monta la bicicleta.
Además, ha participado en competencias en bicicleta de montaña y se ha llevado la victoria en vueltas de verano e invierno de veteranos. Lamenta que hayan cambiado algunas cosas en el ciclismo nacional. Considera que ahora los jóvenes no tiene la misma pasión para entrenar, incluso, estima que hay competencias que se han comercializado, donde el que tiene dinero participa y el que no se queda con las ganas.
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Acepta que también están los equipos que patrocinan desinteresadamente y los ciclistas que corren por amor al deporte.
Marvin Escalante se ajusta los guantes, se coloca el caso y los lentes. Antes de tomar salida de Villa Nueva que lo llevó a San José el Ídolo, Suchitepéquez, con el dorsal 132, comenta: “debemos decirles a los deportistas que también hay que estudiar”.
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