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La artista plástica y cineasta guatemalteca Verónica Riedel (“Cápsulas”) participa en los Premios Platino del Cine Iberoamericano como jurado por segundo año consecutivo.
Junto con Sergio Ramírez (“Distancia”) y Jayro Bustamante (“Ixcanul”), son parte de la junta directiva de la Asociación Guatemalteca del Audiovisual y la Cinematografía (Agacine), y participan en los Premios Platino.
Publinews habló con ella acerca de su experiencia en este festival, lo que relata el cine iberoamericano en la actualidad y del progreso de su próxima ópera prima.
¿Cómo ha sido tu experiencia como miembro del jurado de los Premios Platino?
¡Excepcional! Son cerca de 25 películas en diez categorías como animación, documental, mejor película y ópera prima.
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Es una gran oportunidad porque muy pocas de estas cintas logran proyectarse en cines comerciales y hay obras maravillosas que pocos llegan a ver porque son difíciles de mercadear por su contenido.
Le he dedicado varias noches a ver los filmes en competición. Es lindo porque vas viendo estilos.
En festivales de cine como San Sebastián, Berlín y Venecia, la mayoría de los filmes muestra un punto de vista muy europeo, son contados con poca música y diálogos.
Lo interesante de los Premios Platino, que pienso están al mismo nivel de los Fénix, es ver tantos estilos y propuestas.
La gran ganadora el año pasado fue “Relatos salvajes”, que me pareció estupenda y no es típica de un cine europeo. Le llegó a las emociones del jurado y su éxito fue arrasador.
Todo el jurado se contagió de la fiebre de esa película y votó por mejor director, guion, actriz, etc. Si eso le pasa este año a “Ixcanul”, será genial.
¿Qué temas está hablando el cine iberoamericano en la actualidad?
Problemas sociales. Drogas, familia, dramas entre relaciones, historias, distancia y cómo el mundo se está viendo por medio de computadoras y smartphones. También se está regresando a lo primitivo y a la ecología.
Por ejemplo, “The Revenant”, de Alejandro González Iñárritu, presenta una corriente que también se muestra en la colombiana “El abrazo de la serpiente”, que está nominada en los Premios Platino y estuvo nominada en los Óscar.
Es presentada en blanco y negro, con el idioma de indígenas del Amazonas. Es muy fuerte y es un regreso a lo primitivo. En el lado comercial hay mucha aventura y acción basada en la mafia. Es la triste realidad.
¿En la actualidad estás trabajando en un largometraje?
Sí, pero el proyecto ha tenido cambios. Ahora, Jayro lo producirá y lo dirigiré. Se llama “Gallo gallina”, por ahora. Puede ser que cambie, antes se llamaba “Quico”.
Se filmará en el Puerto de San José y hablará de las pocas oportunidades de las jóvenes después de graduarse del colegio y la preocupante situación de trata. Es una niña gallera.
El guion ha ganado premios en Sundance, y la adaptamos al mar y a la arena. El abuelo le dice a la protagonista que tiene que salir de ese lugar, porque a la edad de 15 años las adolescentes comienzan a conocer a narcotraficantes que las conquistan con un iPhone.
Entonces el abuelo intenta empoderarla y le enseña a hacer todo lo del negocio familiar, pero los demás trabajadores la tratan como alguien que no puede hacer nada, solo porque es mujer. He conocido muy de cerca historias similares. Es doloroso.
Mi reto es que toda persona que la vea se sienta relacionada con mi protagonista. Por algo nací mujer y en Guatemala. Hay muchas historias en el país que debemos contar, y quiero que eso suceda con mi ayuda y la de Agacine. Para eso estamos trabajando.
Muchas personas me preguntan que por qué hablé mal del país en “Cápsulas”. No puedo hacer un documental solo con imágenes bonitas e ignorar lo que está sucediendo con el Lago de Atitlán, por ejemplo.
Mi tema es hablar de nación, pero sin dinero no podemos hacerlo.
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