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La historia de Grawp, el hermano gigante de Rubeus Hagrid, es un conmovedor viaje de abandono, paciencia y redención. Nacido alrededor de 1932, Grawp fue rechazado por su propia madre, la giganta Fridwulfa, debido a su “pequeño” tamaño, una peculiar ironía para un gigante.
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Décadas después, en una misión secreta para convencer a los gigantes de unirse a Dumbledore, Hagrid lo encontró. La relación inicial fue difícil; Grawp, salvaje y apenas comunicativo, resistía los intentos de su hermano por domesticarlo.
Sin embargo, Hagrid no se rindió. Cuando los Mortífagos tomaron control de los gigantes, Hagrid rescató a Grawp y lo escondió en el Bosque Prohibido. Allí, lo ató y le enseñó a hablar. Fue en este proceso que Grawp desarrolló un inesperado afecto por Hermione Granger, a quien cariñosamente llamaba “Hermy”.
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Este vínculo sería crucial cuando Grawp, en un acto de lealtad, apareció rugiendo por Hermione, creando el caos que permitió la captura de Dolores Umbridge, un acto que lo consolidó como un héroe improbable.
La evolución de Grawp continuó lenta pero constantemente. Para el sexto libro, ya mostraba signos de madurez, asistiendo al funeral de Dumbledore y logrando mantener conversaciones simples.
Su lealtad a Hagrid creció, culminando en la Batalla de Hogwarts, donde Grawp luchó valientemente contra los gigantes de Voldemort. La historia de Grawp es un testimonio de cómo el amor y la aceptación pueden transformar incluso a los seres más rechazados.
