Cine y TV

“Cómo entrenar a tu dragón” sorprende con un live action fiel y emotivo

Una adaptación visualmente impresionante, aunque sin grandes sorpresas

DreamWorks ha dado el salto al mundo del live action con una de sus franquicias más queridas, y lo ha hecho con fuerza. Cómo entrenar a tu dragón vuelve a contar la historia de Hippo y Chimuelo, esa entrañable amistad que transformó una guerra entre vikingos y dragones en una alianza inesperada, pero ahora con actores reales y un despliegue visual impresionante.

La película destaca por ser una adaptación extremadamente fiel a la animación original, casi plano por plano. Los efectos visuales son el corazón del filme, especialmente en escenas como el primer vuelo de Chimuelo o la épica batalla final. Gerald Butler y Nick Frost parecen haber salido directamente del mundo animado para interpretar a Estoico y Patapez, y Masón Thames cumple como Hippo con la ternura y torpeza necesarias. Aunque Nico Parker ofrece una versión distinta de Astrid, sigue siendo imponente, aunque su química con Hippo en escenas más románticas no termina de cuajar. Chimuelo, por su parte, es el alma del filme: adorable, feroz y con una expresividad que salta de la pantalla.

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Sin embargo, la fidelidad excesiva es también su debilidad. Para quienes conocen la historia animada, esta nueva versión no ofrece sorpresas ni reinvenciones: es una hermosa repetición, pero repetición al fin. Además, aunque la ambientación es visualmente llamativa, la isla de Berk se siente limitada, más pequeña y cerrada que su contraparte animada, lo que le quita algo de grandeza a la escala de la historia.

En conclusión, DreamWorks arranca con el pie derecho en el terreno del live action, mucho mejor de lo que Disney ha logrado últimamente. Pero si quiere realmente competir y dominar este espacio, necesita atreverse a innovar en sus próximas adaptaciones. Esta es una base sólida, pero el vuelo apenas comienza.

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