Lo que parecía un asalto nocturno en una licorería de Ashland, Virginia, terminó convirtiéndose en una curiosa historia viral. Un ladrón enmascarado irrumpió en el local durante la madrugada y destrozó varias botellas de whisky escocés, dejando un charco de alcohol en el suelo y hasta una baldosa del techo caída. Pero el presunto delincuente no era un humano: era un mapache.
A la mañana siguiente, un empleado encontró al animal completamente desmayado en el baño, víctima de su propia borrachera. Según Samantha Martin, agente local de control de animales, el mapache cayó por una placa del techo y, alterado, terminó bebiendo del estante inferior. “Son bichitos muy graciosos… se lo bebió todo”, comentó entre risas.
Martin trasladó al animal al refugio del condado, donde se recuperó sin lesiones graves, salvo —según la agencia de Protección y Refugio de Animales de Hanover— una posible resaca y algunas “malas decisiones de vida”. Tras unas horas de descanso, el mapache fue liberado de vuelta a la naturaleza, con la esperanza de que haya aprendido que irrumpir en propiedades privadas no es el mejor camino.