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En un sorprendente giro de creatividad y destreza técnica, ha surgido un vehículo que desafía las convenciones del diseño automotriz. Se trata de un automóvil con un ancho de tan solo 50 centímetros, una creación que ha capturado la atención en las redes sociales y que demuestra que la innovación no tiene límites.
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El responsable de esta obra es un inventor llamado Andrea, quien tomó como base un modelo Fiat Panda del año 1993. A través de un meticuloso proceso, cortó y adaptó el vehículo, utilizando únicamente las partes esenciales como las puertas, los faros, el techo y las ruedas para dar vida a su visión. El resultado es un coche completamente funcional que, a primera vista, podría confundirse con un juguete o un patinete.
Más allá de su peculiar apariencia, este mini automóvil es un ejemplo de movilidad sostenible. Su motor de gasolina original ha sido reemplazado por uno eléctrico, capaz de alcanzar una velocidad de 15 km/h y ofrecer una autonomía de aproximadamente 25 kilómetros con una sola carga.