Una manifestación contra la gentrificación en la Ciudad de México, realizada el 4 de julio en el Foro Lindbergh de la colonia Condesa, escaló en tensión cuando un grupo de encapuchados vandalizó comercios, incluida la tienda RipNDip, donde se reportó robo de mercancía. Lo que inició como un diálogo pacífico sobre el desplazamiento de comunidades derivó en una marcha que recorrió calles de La Roma con consignas contra extranjeros y empresarios.
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El influencer Luisito Comunica compartió un video el 7 de julio criticando la violencia durante la protesta, tras ser agredido verbalmente por manifestantes. “Esto no fue una manifestación, fue un robo disfrazado”, afirmó, al relatar cómo la movilización mutó de reclamos antigentrificación a consignas “anti-extranjeros, anti-ricos y pro-Palestina”.
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El creador de contenido defendió a los comerciantes, destacando que muchos negocios afectados son inversiones de mexicanos: “Para poner una franquicia, un mexicano pone el dinero”. Su postura generó un tenso intercambio con una mujer que lo llamó “ridículo” y lo acusó de “respaldar violadores”, a lo que Luisito respondió señalando la inconsistencia de su discurso al portar una bolsa de la marca española ‘Bimba & Lola’.
Aunque Luisito pidió a sus seguidores no atacar a la mujer, el incidente evidenció las divisiones en el debate sobre gentrificación. Mientras colectivos exigen políticas contra el desplazamiento, empresarios y creadores alertan sobre los daños colaterales de protestas violentas.
