La historia de Catherine Franks es un testimonio del poder del amor para superar cualquier adversidad, incluso las condiciones climáticas más extremas. Originaria de Breaux Bridge, Luisiana, la mujer, una terapeuta del habla, y su novio de toda la vida, el maestro Alex, se casaron el 7 de julio de 2023. Sin embargo, lo que debería haber sido el día más feliz de sus vidas se convirtió en una pesadilla cuando la novia se desmayó tres veces durante la ceremonia al aire libre.
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El sofocante calor, con temperaturas que alcanzaban los 38 grados Celsius, provocó un golpe de calor y una deshidratación severa en Catherine, mientras estaban en el altar. A pesar de los esfuerzos de su esposo y sus damas de honor por reanimarla, ella luchaba por mantenerse consciente. “Fue una experiencia aterradora”, confesó Catherine más tarde.
Los nervios propios por la boda y el calor sofocante del día se unieron como una fórmula para que la radiante novia colapsara ante todos, convirtiéndose en una escena viral en las redes y medios de comunicación.
Su historia la reseñó New York Post, que indicó que la mujer perdió el conocimiento después de dar el “sí”. Se esforzó aguantando hasta ese momento para asegurar el selló de la unión con sus votos nupciales.
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Los invitados atónitos de lo que veían recurren a la novia para tratar de refrescar agitando papeles en sus manos para crear corrientes de aires que pudieran devolverle el ánimo a la novia que se encontraba en el piso.
Finalmente, la pareja logró completar la ceremonia y dirigirse a la recepción en un autobús escolar.
La novia en su fiesta de bodas
Durante el trayecto a la recepción, Catherine volvió a sentirse mal y vomitó. A pesar de todo, no permitió que el malestar arruinara su día especial. Al llegar al lugar de la fiesta, se hidrató y recuperó las fuerzas para celebrar con sus seres queridos.
Al día siguiente, la mujer visitó al médico y recibió el diagnóstico de un virus estomacal, además de la deshidratación. Afortunadamente, no hubo consecuencias graves para su salud, ni para la de su bebé, ya que estaba embarazada de cuatro meses en ese momento.
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Catherine espera dar a luz a una niña en abril y planea compartir algún día esta inolvidable experiencia con su hija.
Aunque su boda no fue perfecta, Catherine y Alex demostraron su amor y fortaleza al enfrentarse juntos a una situación tan desafiante. Su historia nos recuerda que lo más importante en una boda no son los detalles materiales, sino el compromiso y el apoyo mutuo entre los novios. La pareja enfrentó este obstáculo con valentía y salieron victoriosos, fortaleciendo aún más su vínculo amoroso.