Un nuevo estudio científico ha descubierto que el cerebro de los bebedores de cerveza se divide en dos tipos, revelando una verdad que va mucho más allá del gusto. Al parecer, la ciencia nos ha clasificado y el misterio detrás de tu cerveza favorita finalmente ha sido resuelto.
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Una nueva investigación, presentada en la American Chemical Society en Washington, ha demostrado que esta división no es una simple preferencia, sino que tiene que ver con la química y cómo nuestro cerebro reacciona a ciertos compuestos.
El estudio analizó la sensibilidad de los participantes a diferentes sabores, y descubrió que los bebedores se agrupan en dos campos de sabor distintos.
Tu cerebro en dos sabores: Los dos tipos de bebedores
La investigación revela una gran disparidad que tiene su sentido en la química. Un grupo de personas calificó a las cervezas con altos niveles de amargor como sus favoritas, mientras que el otro grupo las puso en los últimos puestos de su ránking.
Aparentemente, la diferencia principal entre estos dos grupos de “cerveceros” radica en su sensibilidad a ciertos compuestos químicos que se encuentran en el lúpulo. La ciencia detrás de esto sugiere que la preferencia por el amargor no tiene que ver con la genética o la raza, sino con la química de nuestros cerebros.
El manual para el experto cervecero
La conclusión principal del estudio es que, si te gusta el amargor de la cerveza, es porque tu cerebro recibe de forma positiva el lado adictivo del alcohol.
La ciencia dice que tu preferencia por bebidas amargas, como el café o el vino, no tiene que ver con el sabor, sino con la sensación física que produce. Cuanto más los bebemos, más nos gustan, porque esas sustancias generan una sensación de recompensa en nuestro cerebro que nos hace querer más y más.