En las transcripciones de sus entrevistas con el fiscal general adjunto Todd Blanche, publicadas recientemente, Ghislaine Maxwell —la socia y cómplice del fallecido Jeffrey Epstein— defendió al presidente Donald Trump, asegurando que nunca lo vio involucrado en situaciones inapropiadas ni recibiendo masajes en los entornos asociados a Epstein.
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Maxwell, condenada por tráfico de menores y otros delitos relacionados con Epstein, fue categórica al declarar: “Nunca vi al presidente en ningún tipo de masaje. Nunca lo vi en ningún entorno inapropiado. El presidente nunca se comportó de forma inapropiada con nadie. Cuando estuve con él, fue un caballero en todos los aspectos”.
Aunque reconoció que Trump y Epstein fueron fotografiados juntos en múltiples ocasiones, minimizó la relación entre ambos: “No creo que fueran amigos cercanos, ni mucho menos. Nunca lo vi en su casa, por ejemplo”.
Estas declaraciones forman parte de los documentos y archivos de audio de las entrevistas realizadas en julio, y aportan un contrapunto significativo a las especulaciones públicas sobre los vínculos de Trump con el círculo de Epstein.