China se ha visto conmocionada por el caso de “Sister Hong”, un hombre de 38 años que se disfrazaba de mujer para engañar a hombres, grabar encuentros sexuales sin su consentimiento y distribuirlos en plataformas para adultos. El escándalo, que ha dado la vuelta al mundo, terminó con la detención del implicado, Jiao Moumou, el pasado 5 de julio de 2025.
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Bajo la identidad falsa de “Hong Jie”, una supuesta mujer divorciada, Jiao utilizaba pelucas, bustos de plástico, maquillaje y filtros de voz para citar a hombres en su departamento en Nanjing. Les pedía víveres como aceite, arroz o azúcar como excusa para el encuentro. Muchas de las víctimas, incluyendo estudiantes, profesionales e incluso extranjeros, no sospechaban que estaban siendo grabados.

Los videos, vendidos en $25 dólares en plataformas para adultos, comenzaron a circular masivamente, lo que llevó a varias víctimas a reconocerse y denunciar el caso. Un influencer fitness fue uno de los primeros en romper el silencio, declarando: “Mi vida es un desastre, estoy listo para mudarme de Nanjing”.
Jiao enfrenta cargos por grabación ilegal, difusión de material obsceno y violación a la privacidad, protegida por la ley china desde 2021. Además, se investiga si comercializaba los videos o solo los subía por notoriedad.

Uno de los aspectos más alarmantes es que, según fuentes, Jiao padece VIH y presuntamente obligaba a sus víctimas a no usar protección. Aunque las autoridades ofrecieron pruebas gratuitas, aún no hay contagios confirmados vinculados al caso.
La sentencia se dará a conocer en los próximos días, pero el escándalo ya ha generado un intenso debate sobre privacidad, consentimiento y seguridad en las citas en línea en China.