El juicio contra el famoso rapero y magnate musical Sean “Diddy” Combs llegó a su fin este miércoles con un veredicto mixto: aunque fue absuelto del cargo más grave (conspiración para cometer crimen organizado), un jurado federal lo declaró culpable de dos delitos relacionados con prostitución.
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El caso, que ha sacudido a la industria del entretenimiento, reveló testimonios escalofriantes sobre las llamadas fiestas ‘Freaks Off’, en las que, según la fiscalía, Diddy obligaba a exparejas y otros individuos a participar en actos sexuales bajo coacción. Una de sus exnovias declaró que soportaba encuentros “oscuros y sórdidos” por miedo a perder su estabilidad económica, mientras consumía drogas que él le proporcionaba.
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Una asistente del artista también testificó, describiendo escenas caóticas en habitaciones de hotel con sangre, lubricantes y desorden, que ella limpiaba para “proteger su reputación”.
