Mads Mikkelsen, un turista noruego de 21 años, fue deportado de Estados Unidos tras ser interceptado en el aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) con un meme humorístico del vicepresidente J.D. Vance en su teléfono móvil. El joven, que llegó el 11 de junio para visitar amigos, relató al diario Nordlys cómo agentes de inmigración lo sometieron a un intenso interrogatorio antes de expulsarlo.
PUBLICIDAD
Mikkelsen denunció que los oficiales lo presionaron con preguntas sobre narcotráfico, terrorismo y extremismo, sin fundamento alguno. Bajo la amenaza de una multa de 5,000 dólares o cárcel, accedió a entregar su teléfono, donde encontraron una caricatura de Vance —calvo y con rasgos exagerados— y una foto suyo con una pipa de madera artesanal. Pese a sus explicaciones de que eran bromas, lo obligaron a dar muestras de sangre y registrar sus huellas antes de deportarlo ese mismo día.

“No creí que imágenes inocentes impedirían mi entrada”, declaró Mikkelsen, quien tachó el procedimiento de “acoso y abuso de autoridad”. El caso revela la rigurosidad de los controles fronterizos estadounidenses, incluso ante contenidos satíricos.
Sin embargo, La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) negó que el meme fuera la causa y afirmó que el joven admitió consumir drogas, motivo real de su expulsión.