Ingenieros chinos han desarrollado un robot biónico que imita a un mosquito y que está diseñado específicamente para tareas de reconocimiento en el campo de batalla. Este avance tecnológico fue presentado como parte de los nuevos desarrollos militares del Ejército Popular de Liberación (EPL), con el objetivo de mejorar sus capacidades de espionaje en terreno hostil o de difícil acceso.
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El robot, que cabe en la palma de la mano, es capaz de volar silenciosamente, evitando ser detectado por radares o por el oído humano. Su diseño biomimético imita el aleteo de un mosquito real, lo que le permite maniobrar con agilidad en espacios reducidos. Además, está equipado con una microcámara y sensores de audio para recopilar información en tiempo real.
Medios estatales chinos aseguran que este microdron podría ser utilizado tanto en misiones de reconocimiento como en vigilancia encubierta en zonas urbanas o rurales. También podría operar en enjambres, coordinado por inteligencia artificial, para cubrir áreas más extensas sin ser interceptado.
Aunque el desarrollo genera preocupación en círculos internacionales por su posible uso en espionaje, China lo presenta como un ejemplo del avance tecnológico de su industria de defensa y la apuesta por nuevas formas de guerra no convencional.
