Ante la hipotética eventualidad de una Tercera Guerra Mundial, miles de internautas se preguntan qué naciones podrían sobrevivir al caos generalizado. Un análisis basado en factores como la relevancia militar, la ubicación geográfica y la política exterior sugiere que las principales potencias globales, incluidas las naciones del G7, enfrentarían un riesgo considerablemente alto. De acuerdo con una hipótesis, Estados Unidos no se consideraría un superviviente en un escenario de conflicto a gran escala, debido a que se convertiría en el blanco principal para otras potencias. Esta perspectiva contrasta drásticamente con la situación de países cuya estrategia se basa en la neutralidad o la irrelevancia militar.
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En este contexto, se identifican cinco naciones con mayores probabilidades de resistir un conflicto global. En quinto lugar se encuentra Costa Rica. Esta nación centroamericana se distingue por su política pacífica, carece de importancia militar significativa y se mantiene alejada de las grandes potencias. Su limitada participación en la política internacional reduce drásticamente la probabilidad de verse envuelta en un fuego cruzado a escala mundial.
En la cuarta posición, Bután, ubicado en el remoto Himalaya, presenta características similares. Su ausencia de ambiciones geopolíticas y su decisión de mantenerse al margen de los asuntos internacionales, sumado a su aislamiento geográfico y su pequeña población, lo alejan del radar de las superpotencias. La diplomacia neutral de Bután refuerza su perfil como un posible refugio.
La tercera nación en la lista es Islandia. Sin un ejército permanente, sin alianzas militares de gran envergadura y con una ubicación estratégica en medio del Atlántico, Islandia es virtualmente invisible en un escenario de guerra mundial. Su perfil bajo en el ámbito de la seguridad global contribuiría a su supervivencia.
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El segundo puesto lo ocupa Suiza, históricamente reconocida por su neutralidad, que le permitió mantenerse al margen de las dos guerras mundiales. Además de su política diplomática, Suiza está fuertemente fortificada y preparada para cualquier eventualidad. No forma parte de la OTAN y cuenta con una vasta red de refugios de defensa civil diseñada para albergar a casi toda su población, lo que subraya su capacidad de resiliencia.
Finalmente, el país considerado con la mayor probabilidad de supervivencia en un escenario de guerra global es Nueva Zelanda. Su ubicación geográfica, a miles de kilómetros de los principales puntos de conflicto militar y centros de poder mundial, la posiciona como un bastión de seguridad en un mundo en guerra.
Este panorama contrasta fuertemente con la realidad de las naciones que integran el G7. Estas economías avanzadas y potencias militares están intrínsecamente ligadas a la seguridad global a través de alianzas estratégicas como la OTAN y una profunda implicación en la política internacional. Su rol como actores principales en la economía y la geopolítica mundial, así como su capacidad militar, las colocaría en el epicentro de cualquier confrontación global, reduciendo sus posibilidades de mantenerse al margen o de salir indemnes.
