Altos funcionarios del FBI reafirmaron este domingo que el financiero Jeffrey Epstein —acusado de tráfico sexual y pedofilia— se suicidó en su celda en 2019, descartando teorías de conspiración.
En una entrevista, el director adjunto Dan Bongino y el exjefe de personal del Departamento de Defensa Kash Patel (quien trabajó en el caso) aseguraron haber revisado todas las pruebas, concluyendo que no hubo intervención de terceros.
“Es un suicidio cuando lo ves, y eso fue lo que pasó”, declaró Patel, quien conoce el sistema penitenciario. Bongino, por su parte, enfatizó en redes: “No hay evidencia que sugiera lo contrario. Si aparece algo nuevo, lo reevaluaremos”.
Epstein fue hallado muerto el 10 de agosto de 2019 en el Centro Correccional de Manhattan, con una sábana alrededor del cuello. Investigaciones posteriores revelaron negligencia grave: dos guardias se durmieron y las cámaras de seguridad no funcionaban.
Aunque el forense independiente Michael Baden (contratado por la familia) sugirió posibles signos de estrangulamiento homicida, la médica forense Barbara Sampson mantuvo su conclusión oficial: muerte por ahorcamiento.
Epstein dirigía una red de explotación infantil con vínculos a figuras poderosas, como el príncipe Andrés de Inglaterra y empresarios millonarios. Su cómplice Ghislaine Maxwell es la única condenada en el caso, cumpliendo 20 años de prisión.
Pese a las especulaciones, el FBI insiste en que no hay pruebas de asesinato, cerrando oficialmente uno de los casos más polémicos de la última década.