Regalar flores amarillas a los seres queridos se ha vuelto tendencia durante los últimos años cada 21 de septiembre. Este color siempre ha tenido un significado, alegría, vivacidad y esperanza, pero más allá de eso ¿Por qué ahora es tradición obsequiar flores de este tono en esta fecha?
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Cada 21 de septiembre es el inicio de la primavera en el hemisferio sur, por lo que la vida que implica cada florecer está impregnada en este día, que marca el arranque de una fase de nuevos comienzos, renovación y plenitud.
Las redes sociales, y muy especialmente TikTok, destaca el detalle de regalar flores amarillas en esta fecha, pero ¿Por qué? Este gesto se tiene con los seres amados y es para simbolizar que siempre estaremos con ellos, en los momentos buenos y en los no tan buenos.
Regalar flores amarillas tiene un significado sentimental y de profundo amor, un amor incondicional, que permanece a pesar de las circunstancias. Por eso, se trata de un obsequio para alguien que sea muy especial, ya sea una pareja, un familiar o un amigo.
Regalar flores amarillas también puede significar que lo viejo ya pasó, y que ahora, con el ser amado, se inicia una nueva etapa en la vida.
¿De dónde surge el detalle de regalar flores amarillas cada 21 de septiembre?
La idea de regalar flores amarillas cada 21 de septiembre se popularizó con un significado especial a través de Tik Tok y surgió por uno de los episodios de la serie argentina ‘Floricienta’, que se estrenó en el 2004.
En uno de los capítulos, la protagonista Floricienta recibió un ramo de flores amarillas de Benjamín Rojas por el inicio de la primavera. El programa tuvo la famosa canción ‘Flores amarillas’, cuya letra se refiere a un amor de la juventud. Parte de la letra dice: “Ella sabía que él sabía, que algún día pasaría, que vendría a buscarla con sus flores amarillas”.
Así que si todavía no has comprado flores amarillas para esa persona especial, todavía estás a tiempo mientras sea 21 de septiembre. De esta manera, simbolizarás el comienzo de una nueva etapa con ese ser amado.
