La Luna, nuestro satélite natural, ha estado experimentando un fenómeno intrigante que podría tener implicaciones significativas para los futuros planes de exploración lunar de la NASA. Se ha descubierto que la Luna está encogiéndose, un proceso que podría complicar la construcción de la primera base permanente planeada por la agencia espacial estadounidense.
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Los científicos han observado que la Luna ha experimentado una contracción global debido al lento enfriamiento de su núcleo, lo que ha llevado a una reducción de aproximadamente 46 metros en su circunferencia.
Hay varios factores que influyen en el tamaño de la Luna
Este proceso ha generado fallas en forma de “arrugas” en áreas donde diferentes segmentos de la corteza lunar chocan entre sí. Esta actividad sísmica resultante, particularmente en la región del polo sur, ha llevado a terremotos y temblores que podrían representar desafíos para las futuras misiones de la NASA en esa zona.
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Además de detectar y caracterizar estas fallas lunares, los investigadores han revelado que el proceso de contracción global de la Luna no solo se debe al enfriamiento interno, sino también a las fuerzas de marea ejercidas por la Tierra. Estas fuerzas gravitacionales contribuyen al complejo panorama geológico de nuestro satélite natural.
Lo más preocupante es que esta actividad sísmica lunar puede dar lugar a la formación permanente de nuevas fallas y terremotos, indicando que el proceso es dinámico y está en constante cambio. Esta información plantea desafíos adicionales para la NASA, que ha estado planeando construir su primera base permanente en la Luna como parte de sus ambiciosos objetivos de exploración espacial.
A medida que los científicos continúan estudiando este fenómeno lunar, la NASA y otros organismos espaciales internacionales tendrán que considerar cuidadosamente la nueva información en sus planes de exploración y construcción en la Luna.