En los últimos días el universo de las tecnologías han manifestado su fuerte preocupación por la expansión de un virus mediante imágenes que se comparte por internet mediante correos electrónicos o mensajes multimedia en aplicaciones digitales.
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Esta modalidad bautizada como esteganografía, consiste en ocultar información dentro de otro tipo de datos enfocándose en hacer que la información pase desapercibida. En un contexto de seguridad informática, se utiliza principalmente para incrustar código malicioso en archivos multimedia, como imágenes o videos.
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Esteganografía en ascenso
Esta forma de estafa para nada es nueva, sin embargo, en este primer trimestre del 2024 se registró un importante ascenso ya que muchos ciberdelincuentes la adoptaron como una herramienta eficaz para eludir los sistemas de detección de amenazas.
La imagen no ejecuta código en un sistema por sí sola, pero existen casos en los que los archivos de imagen han sido manipulados para explotar vulnerabilidades en el software que los procesa, lo que podría llevar a la ejecución de código malicioso.
Las imágenes son un formato de archivo común y ampliamente utilizado en Internet que proporcionan a los atacantes una amplia superficie de ataque para distribuir malware. Teniendo en cuenta que los malware distribuidos en este tipo de amenaza son de distinto tipo y capaces de generar una gran variedad de daño, la gravedad de la esteganografía depende del código malicioso que logre infectar.
Detectar este tipo de amenaza es bastante complicado y muchas veces requiere de habilidades técnicas con las que un usuario común no cuenta. El análisis de metadatos de una imagen permite obtener información mediante la cual, en algunos casos, se podría detectar información maliciosa o al menos dar con una pista.
