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Si notas sequedad, visión borrosa o fatiga visual, puedes aplicar varias estrategias sencillas para aliviar las molestias y proteger tu vista.
Aunque suele mencionarse la “luz azul” de las pantallas como causa de daño ocular, la evidencia científica indica que no provoca lesiones permanentes ni se relaciona con enfermedades graves como cataratas o degeneración macular. De hecho, la intensidad de la luz azul natural del sol es muy superior a la que emiten los dispositivos electrónicos, con información Infobae.
Consejos prácticos para cuidar tus ojos al usar pantallas
• Parpadea con frecuencia: al mirar pantallas parpadeamos menos; hacerlo conscientemente ayuda a mantener la humedad natural del ojo y a evitar la sequedad.
• Optimiza el entorno: trabaja con buena iluminación y evita que el aire acondicionado o la calefacción apunten directamente hacia tu rostro.
• Consulta a un especialista si las molestias persisten: si la irritación, la sequedad o la visión borrosa continúan, un profesional puede recomendarte lágrimas artificiales u otros cuidados específicos.

• Aplica la regla 20-20-20: cada 20 minutos, aparta la vista de la pantalla y enfoca un objeto a unos seis metros durante 20 segundos. Esto relaja los músculos oculares y reduce la fatiga.
• Alterna el enfoque: cada 45 minutos, cambia la mirada entre objetos cercanos y lejanos para mantener la flexibilidad ocular.
• Realiza controles visuales periódicos: un examen anual ayuda a detectar a tiempo problemas como astigmatismo o hipermetropía y evita complicaciones.
• Ajusta brillo y posición de la pantalla: configura el brillo para que coincida con la luz del ambiente y evita reflejos colocando el dispositivo perpendicular a ventanas o lámparas.

• Modifica contraste y tamaño del texto: un contraste adecuado y una letra más grande facilitan la lectura y disminuyen el esfuerzo ocular.
• Cuida tu postura: siéntate derecho y mantén la pantalla a la altura de los ojos para proteger tanto tu vista como tu columna.
• Limpia las pantallas con frecuencia: el polvo y las huellas aumentan el deslumbramiento y dificultan ver con claridad.
• Revisa tu graduación: unos lentes desactualizados pueden aumentar la fatiga visual; verifica tu prescripción de forma regular.
• Mantén la distancia adecuada: usa el teléfono a unos 33–50 cm de tus ojos y sitúa los monitores a más de 50 cm para reducir el esfuerzo visual.
