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El debate sobre qué es mejor para pasear a nuestros perros, si un collar o un arnés, ha ganado claridad gracias a la posición de profesionales veterinarios en Estados Unidos. La evidencia clínica y la experiencia respaldan de manera contundente el uso del arnés en la mayoría de las situaciones, especialmente para aquellos caninos que tienden a jalar la correa.
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Los paseos son una parte fundamental en la vida de un perro, no solo para su ejercicio físico, sino también para su salud mental y social. Según el sitio veterinario Blue Cross de California, caminar de forma regular ayuda a mantener un peso adecuado, previniendo la obesidad y enfermedades asociadas como la diabetes. Por ello, la elección del sistema de sujeción es crucial para garantizar una experiencia segura y placentera.
La principal diferencia radica en cómo se distribuye la presión. Un collar la concentra directamente en el cuello, lo que puede provocar daños en la tráquea, tensión en los nervios cervicales e incluso problemas respiratorios, sobre todo en perros de razas pequeñas o aquellos con hocico corto. Por el contrario, el arnés distribuye la fuerza del tirón de manera más uniforme a través del pecho y el torso del animal, minimizando significativamente el riesgo de lesiones.
El doctor Abel González, director clínico de la empresa de telesalud para mascotas Dutch, recomienda buscar un arnés que sea ajustado pero cómodo, permitiendo que se puedan deslizar dos dedos debajo de las correas. Además, sugiere que sea de materiales resistentes y acolchados para evitar rozaduras en la piel. Existen diferentes tipos de arneses, como los de enganche trasero, ideales para caminatas tranquilas, y los de enganche frontal, muy útiles para entrenar a perros que tiran, ya que redirigen su movimiento.
Aunque el collar puede ser útil para portar una placa de identificación, los especialistas coinciden en que el arnés es la herramienta más segura y efectiva para la gran mayoría de los perros durante el paseo. Su diseño no solo protege al animal de posibles daños físicos, sino que también facilita un mayor control por parte del dueño, convirtiendo cada salida en una experiencia positiva para ambos.