Según información de la Sociedad Europea de Cardiología, comunicado de prensa del 18 de agosto del 20250, aclaró recientes detalles a quienes sufrían síntomas persistentes de COVID prolongado, como “fatiga o dificultad para respirar”, mostraban una mayor probabilidad de presentar un envejecimiento prematuro de las arterias.
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Reveló que las mujeres infectadas con COVID-19 experimentaron un envejecimiento vascular equivalente a cinco años, incluso en casos leves. En las pacientes que llegaron a terapia intensiva con una infección grave, ese envejecimiento prematuro podía alcanzar hasta diez años.
“Sabemos que el COVID puede dañar directamente los vasos sanguíneos. Creemos que esto podría provocar lo que llamamos envejecimiento vascular temprano, es decir, vasos más viejos de lo que indica la edad cronológica, lo que los hace más vulnerables a enfermedades cardíacas”, explicó en un comunicado la doctora Rosa Maria Bruno, investigadora principal y profesora de farmacología clínica en la Universidad Paris Cité, indica Infobae.
Si bien los hombres también mostraron estas señales de envejecimiento vascular tras la infección, el efecto no fue estadísticamente significativo dentro del grupo analizado, aclararon los autores del estudio.

Seis meses y un año después de la infección, las mujeres que tuvieron COVID, “incluso en casos leves”, presentaban arterias más rígidas que quienes nunca se contagiaron. La rigidez arterial aumentó entre 0,55 y 1,09 metros por segundo, dependiendo de la gravedad del cuadro, un cambio clínicamente relevante que equivale a hasta 10 años de envejecimiento vascular.
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Las mujeres con COVID prolongado tenían más riesgo de este daño, mientras que en los hombres el efecto no fue estadísticamente significativo, según el estudio, información de Infobae.