En un diálogo con la psicóloga clínica Cynthia Cevallos, desentrañamos el fenómeno del autodiagnóstico en redes sociales e identificamos cuáles son los riesgos que surgen a partir de esta práctica.
TikTok se ha convertido en la enciclopedia emocional de las nuevas generaciones. Desde breves clips explicando “cómo saber si tienes ansiedad” hasta “signos de que podrías tener TDAH”, la red social parece tener todas las respuestas. Sin embargo, hay un gran pero: no todo lo que se dice ahí tiene base científica ni respaldo profesional.
La psicóloga clínica Cynthia Cevallos nos explica que la red social puede ser una buena herramienta si se utiliza con criterio, ya que existen profesionales de la salud mental que comparten contenido valioso. Aun así, aclara: “Un video jamás podrá sustituir un diagnóstico clínico”.
El peligro del autodiagnóstico
Los videos que enumeran síntomas pueden generar en los jóvenes una falsa sensación de autoconocimiento. “Creen que, porque se identifican con dos o tres señales, ya tienen un trastorno”, alerta Cynthia.
Pero un diagnóstico serio no se hace con una lista ni con una prueba rápida online; requiere entrevistas, evaluaciones y seguimiento por parte de un especialista.
Este fenómeno está normalizando el autodiagnóstico y desincentivando la búsqueda real de ayuda. ¿El resultado? Problemas sin tratar y etiquetas equivocadas.
El espejo distorsionado de las redes: autoestima, comparación y desórdenes
Las redes no solo influyen en la percepción de los trastornos mentales, también en la autoimagen. Cynthia advierte que muchas adolescentes enfrentan trastornos de conducta alimentaria al seguir influencers con cuerpos “perfectos” y rutinas de belleza irreales. “Las chicas caen en dietas extremas, desarrollan dismorfia corporal y sufren más que nunca”.
Aunque los hombres también consumen este tipo de contenido, los estudios muestran que las mujeres son más propensas a sufrir los efectos psicológicos de la comparación constante.
Para enfrentar esta problemática, la especialista recomienda acompañar, educar y construir pensamiento crítico. “Los padres deben estar presentes para ayudar a los jóvenes a filtrar la información. Preguntar, conversar y validar lo que ven es esencial”, enfatiza la experta.
Para quienes ya tienen un diagnóstico profesional, el tratamiento debe basarse en tres pilares: familia, educación y terapia. Además, las escuelas pueden ser un punto de apoyo esencial al promover el deporte, la lectura y espacios donde los jóvenes conecten más allá de las pantallas.
Menos filtros, más realidad
TikTok puede ser una herramienta útil cuando se utiliza con criterio, sabiendo dónde buscar y a quién escuchar. Sin embargo, es fundamental recordar que no todo influencer es un experto, ni todo contenido que se vuelve viral es confiable.
La salud mental es un tema delicado que requiere atención profesional y espacios de conversación genuina, lejos de los filtros y la inmediatez de las redes sociales.
Como bien lo resume la psicóloga Cynthia Cevallos, la identidad debe construirse sobre aquello que realmente perdura y tiene valor, no en la ropa, el cuerpo ni en el número de seguidores.