Investigadores japoneses han anunciado un desarrollo que podría revolucionar la medicina moderna: están trabajando en una sangre artificial universal capaz de ser utilizada en pacientes de cualquier tipo sanguíneo. Este avance representa una esperanza enorme para emergencias médicas, cirugías y zonas afectadas por desastres donde el acceso a sangre compatible puede ser limitado.
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El proyecto está siendo desarrollado por un equipo multidisciplinario de científicos en Tokio, quienes lograron sintetizar una sustancia similar a la sangre humana, con glóbulos rojos artificiales capaces de transportar oxígeno y nutrientes. Lo más impresionante es que esta sangre artificial no provoca reacciones inmunológicas, lo que permitiría eliminar la necesidad de clasificar por tipo (A, B, AB, O) y Rh.
Las primeras pruebas en animales han sido prometedoras y los expertos aseguran que, si todo avanza según lo previsto, los ensayos clínicos en humanos podrían comenzar en los próximos años. De tener éxito, esta innovación permitiría crear bancos de sangre sintética de larga duración y uso inmediato, algo que salvaría millones de vidas en todo el mundo.
Japón ya se había posicionado como líder en biotecnología médica, pero esta noticia pone al país nuevamente en el centro de la conversación científica global. Ahora, la comunidad médica internacional observa con atención mientras se escribe un nuevo capítulo en la historia de la medicina moderna.
