En muchos países del mundo, la atención a la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es prácticamente un lujo. La falta de especialistas, los tratamientos costosos y la escasa información hacen que millones de personas enfrenten esta condición sin el apoyo médico necesario, especialmente en comunidades vulnerables.
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Guatemala, sin embargo, ha decidido enfrentar este problema de forma directa. El país presentó una propuesta ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que la ERC sea reconocida como una prioridad global en salud pública. La iniciativa busca mejorar el acceso a tratamientos dignos, equitativos y asequibles en todo el mundo.

Esta propuesta incluye impulsar programas de prevención temprana, aumentar la formación de profesionales especializados y garantizar que los tratamientos como diálisis o trasplantes estén disponibles para quienes los necesiten, sin importar su condición económica.

Con este paso, Guatemala no solo defiende el derecho a la salud de su población, sino que podría marcar el inicio de un cambio global en la lucha contra una de las enfermedades más ignoradas, pero con impacto devastador.