Las altas temperaturas no solo provocan sudor y agotamiento; también pueden causar dolores de cabeza que muchas veces ignoramos. Estos síntomas son una respuesta del cuerpo al esfuerzo de mantener su temperatura estable, y podrían indicar un problema de salud más serio si no se tratan a tiempo.
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Los dolores de cabeza provocados por el calor suelen estar relacionados con la deshidratación, la exposición prolongada al sol, o incluso con golpes de calor. Cuando el cuerpo pierde más agua y electrolitos de los que recibe, el flujo sanguíneo al cerebro se reduce y esto puede provocar una sensación de presión o dolor punzante. También es común que quienes hacen ejercicio o caminan bajo el sol sin protección sufran estas molestias.
Ignorar estos síntomas puede llevar a consecuencias graves como mareos, náuseas o desmayos. Por eso es clave actuar rápido: hidratarse con agua o bebidas con electrolitos, descansar en lugares frescos, usar ropa ligera y protegerse del sol con gorra o sombrero. Si el dolor de cabeza persiste, lo mejor es consultar a un médico, especialmente si se acompaña de fiebre o confusión.
Aunque parezca un malestar menor, un dolor de cabeza por calor es una señal de alerta del cuerpo. Prestar atención a estos síntomas puede prevenir complicaciones mayores, sobre todo en días calurosos o durante olas de calor.
