Llega la hora de alguna comida, ya sea desayuno, almuerzo o cena y tienes muchas cosas qué hacer o estás de viaje. Entonces, se retrasa la hora de la comida o simplemente, ya no comes. ¿Qué pasa? Hay algunos que se enojan por no comer o dejar de comer en la hora indicada.
PUBLICIDAD
Recientemente se conocieron los detalles de un estudio en conjunto de la Universidad Anglia Ruskin, en el Reino Unido y la Universidad de Ciencias de la Salud Karl Landsteiner en Austria, que está relacionado con el enojo a la hora de alimentarse.
Lo primero que sucede es que el cerebro empieza a “quejarse”. Es así como lo denominaron ante la baja en la glucosa, según los expertos.
Detalles
El hambre, según el estudio, aumentó en 34% los sentimientos de ira y 38% la irritabilidad. El estudio fue publicado en la revista PLOS ONE. Además, se detalló la reducción del 20% en el placer cuando los participantes estaban con apetito.
Entonces, esto sugiere que “estar hambriento” es una respuesta emocional real y común, y no una simple sensación, según los investigadores.
Al estar hambrientos hay baja en glucosa en la sangre y la incapacidad del cuerpo para autorregularse, lo que exacerba las respuestas emocionales negativas. Además, el cuerpo puede experimentar cambios hormonales que afectan la regulación emocional y contribuyen a un estado de mal humor.