¿Lo sabías? El nombre proviene de la combinación de las palabras japonesas “tamago” (huevo) y “tomodachi” (amigo), dando vida al inseparable “amigo en forma de huevo” que conquistó a cientos de niños y jóvenes alrededor del mundo.
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En el año 1997, Bandai lanzó un juguete que marcó la niñez de muchos: el Tamagotchi. Se trataba de un pequeño dispositivo electrónico que contenía una mascota virtual. Inicialmente era un huevo, el cual debías cuidar hasta que se revelara tu criatura. Luego, ese pequeño animal virtual dependía completamente de tus cuidados: alimentación, remedios, cariño.

El personaje que contaba el tamagotchi interactuaba con su usuario, ya que era una mascota virtual que debías cuidar, alimentar y jugar con el ícono seguidamente.
Aki Maita es la mente creativa detrás del fenómeno Tamagotchi. Desde pequeña soñaba con tener una mascota, pero nunca pudo tener una, lo que terminó convirtiéndose en una fuente de inspiración. Un día, al ver un comercial donde una madre le prohibía a su hijo llevar su tortuga al colegio, surgió la chispa que cambiaría la historia de los juguetes. Fue así como Maita dio forma a la idea de una mascota digital que los niños pudieran cuidar y llevar a todas partes. Junto con Akihiro Yokoi, desarrolló no solo el concepto, sino también una historia de fondo y un nombre llamativo. Se inspiraron en un libro donde un profesor descubre un OVNI lleno de criaturas alienígenas, lo que los llevó a crear un universo virtual encerrado en un pequeño huevo: el Tamagotchi, indica el blog La Frikileria.
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