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El mundo de la lucha libre profesional ha sido testigo de innumerables rivalidades y encuentros memorables, pero pocos han alcanzado la trascendencia y el impacto cultural de la batalla entre Hulk Hogan y André el Gigante en WrestleMania III.
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Este evento, celebrado el 29 de marzo de 1987, no solo fue un hito en la historia de la World Wrestling Federation (WWF), ahora WWE, sino que también consolidó a ambos luchadores como leyendas.
El Pontiac Silverdome, en Michigan, fue el escenario de esta contienda que congregó a una multitud récord, con una asistencia oficial de 93,173 espectadores y millones más sintonizando a través del pago por evento. El encuentro no era solo una lucha por el Campeonato Mundial Peso Pesado de la WWF, en manos de Hulk Hogan, sino el choque de dos íconos.
André el Gigante, conocido por su imponente estatura de 2.24 metros y un peso que superaba los 200 kilogramos, era presentado como una fuerza invencible, con una racha de victorias de casi 15 años. Frente a él, Hulk Hogan, el “Hulkster”, representaba al héroe americano, la personificación del “Hulkamania” que arrastraba a las masas.
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La tensión entre ambos se había gestado a lo largo de meses, transformando una amistad previa en una rivalidad acérrima. André, manejado por el astuto Bobby Heenan, se había cansado de vivir bajo la sombra de la popularidad de Hogan, culminando en un giro a “heel” (villano) que sorprendió a los fanáticos.
El momento cúspide de la lucha llegó cuando Hogan logró realizar su emblemático “body slam” sobre el gigante, una proeza que parecía imposible dada la envergadura de André. Este movimiento, seguido por el “Atomic Leg Drop”, le aseguró la victoria y la retención del campeonato, marcando el fin de la racha invicta de André el Gigante y solidificando el estatus de Hogan como la máxima estrella de la época.
A pesar de algunas críticas negativas sobre la calidad técnica del combate, su impacto narrativo y su relevancia en la cultura popular fueron innegables.
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Tristemente, el tiempo ha pasado y estas dos figuras colosales ya no se encuentran entre nosotros. André el Gigante, cuyo nombre real era André René Roussimoff, falleció el 28 de enero de 1993 en París, Francia, a la edad de 46 años, debido a complicaciones relacionadas con la acromegalia que causó su gigantismo.
Por su parte, Terry Gene Bollea, conocido mundialmente como Hulk Hogan, ha fallecido el 24 de julio de 2025 en Clearwater, Florida, a los 71 años.
La lucha de WrestleMania III sigue siendo un testimonio de la grandiosidad de estos dos hombres y del poder de la narrativa en el entretenimiento deportivo, dejando un legado imborrable para las futuras generaciones de aficionados.