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Papa León XIV celebra su primera Misa de Gallo con mensaje sobre el verdadero significado de la Navidad

“La Navidad no es una idea que resuelva todos los problemas, sino una historia de amor que nos involucra”, dijo el Santo Padre.

Papa León XIV celebra su primera Misa del Gallo
Misa. Papa León XIV celebra su primera Misa del Gallo.

Una luz que busca al humilde: Papa León XIV celebra su primera Misa del Gallo con mensaje sobre el verdadero significado de la Navidad.

En su primera homilía navideña, el Pontífice subrayó que Dios no envía una idea, sino a un niño, y que para encontrar al Salvador “no hay que mirar hacia arriba, sino contemplar hacia abajo”.

En una Basílica de San Pedro llena de simbolismo y ante fieles que aguantaron la lluvia en la plaza, el papa León XIV presidió anoche su primera Misa del Gallo como Sumo Pontífice. La celebración, que volvió al horario de las diez de la noche tras la pandemia, estuvo marcada por un mensaje central: la Navidad es una historia de amor concreta, no una teoría abstracta.

Su mensaje

“La Navidad no es una idea que resuelva todos los problemas, sino una historia de amor que nos involucra”, afirmó el Santo Padre durante su homilía. Con estas palabras, citando a san Agustín, invitó a contemplar el misterio de un Dios que se hace vulnerable. “Ante las expectativas de los pueblos, Él envía un niño, para que sea palabra de esperanza; ante el dolor de los miserables, Él envía un indefenso”, proclamó.

Humildad

León XIV hizo hincapié en que el encuentro con Dios pasa por la humildad y la cercanía a los frágiles. “Para encontrar al Salvador no hay que mirar hacia arriba, sino contemplar hacia abajo: la omnipotencia de Dios resplandece en la impotencia de un recién nacido”, explicó. Frente a un mundo donde “una economía distorsionada induce a tratar a los hombres como mercancía”, el nacimiento en un pesebre revela la dignidad infinita de cada persona.

La celebración incluyó varios gestos significativos, como la presencia de la Virgen de la Esperanza, traída desde una población marinera italiana, y un trono usado durante el Concilio Vaticano II. Al final de la misa, el Papa acompañó a unos niños a colocar la imagen del Niño Jesús en el belén de la basílica, cerrando una noche que, según sus palabras, es “fiesta de la fe, de la caridad y de la esperanza”.

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