El etanol, un biocombustible derivado de la caña de azúcar o maíz, comenzará a ser utilizado en Guatemala el 30 de junio de 2026. La oficialización de la fecha se conoció recientemente con la publicación del Acuerdo Gubernativo 257-2025 firmado por el presidente Bernardo Arévalo y el ministro de Energía y Minas, Víctor Ventura.

La implementación de la mezcla obligatoria del 10% (E10) en la gasolina regular y súper sigue siendo una meta marcada por desafíos.
Impulso
El principal impulso proviene del sector cañero, que ve en la producción de etanol una oportunidad para diversificar su mercado y agregar valor a su producción. Ambientalmente, el biocombustible representa una alternativa más limpia, capaz de reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles puros.
Además, existe un debate pendiente sobre el impacto potencial en el precio final para el consumidor y la necesidad de garantizar que su producción no compita con la seguridad alimentaria.
Acuerdo:
Incorporación
La incorporación en Guatemala será una mezcla del 10% de etanol y 90% de gasolina. Es más que un simple cambio de fórmula; es una apuesta por un futuro energético más sostenible, limpio y puede ser generado con recursos locales. A medida que se comience a cargar gasolina con etanol en sus vehículos, se contribuirá activamente a un país con un aire más puro y una economía más resiliente.

El etanol es algo tan sencillo como imaginarse un alcohol, similar al que se usa en medicinas o licores, pero producido específicamente para mezclarse con la gasolina. Su materia prima principal es la caña de azúcar, un cultivo del cual el país es un productor líder mundial. El etanol se considera un biocombustible renovable porque proviene de plantas que absorben dióxido de carbono de la atmósfera mientras crecen.
