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La temporada de descenso de temperaturas en Guatemala ha traído consigo un incremento en las afecciones respiratorias, pero este año la atención se centra en la denominada “supergripe”. El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) confirmó recientemente el primer caso de la variante K de la influenza A H3N2 en el territorio nacional, una cepa que ha mantenido en alerta a Europa y Norteamérica debido a su alta capacidad de transmisión.
La influenza no es un simple resfriado; es una enfermedad que puede derivar en complicaciones graves como neumonía. La vacunación anual es fundamental porque el virus muta constantemente, y la dosis de este año está diseñada para combatir las cepas que circulan actualmente, incluyendo los subtipos de la influenza A y B.
Actualmente, la vacuna está disponible de forma gratuita en 381 centros de salud para los siguientes grupos prioritarios:
- Niñas y niños de 6 a 35 meses.
- Adultos mayores de 60 años.
- Mujeres embarazadas.
- Personal de salud y cuerpos de socorro.
- Personas con enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, problemas renales).
Mientras en Europa la variante K ha impulsado brotes intensos, en Guatemala las autoridades mantienen una vigilancia epidemiológica activa. La prevención sigue siendo la herramienta más eficaz para evitar saturaciones en el sistema hospitalario durante las fiestas de fin de año.