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En las últimas semanas, la variante del Virus Tipo A - H3N2, popularmente conocida como “supergripe”, ha generado una vigilancia epidemiológica más estricta debido a su alta capacidad de transmisión. Según informes de entidades de prevención como CONRED, este virus se propaga principalmente de persona a persona a través de las microgotas expulsadas al hablar, toser o estornudar. La facilidad con la que el patógeno sobrevive en superficies contaminadas y su rápida difusión en espacios cerrados o concurridos lo convierten en un reto para la salud pública.
Para mitigar el impacto de esta enfermedad, es fundamental reforzar el autocuidado. Las recomendaciones incluyen el uso constante de mascarilla si se presentan síntomas, la ventilación adecuada de las viviendas y oficinas, y evitar aglomeraciones. La higiene de manos sigue siendo el pilar preventivo: el lavado con agua y jabón, complementado con el uso de alcohol en gel, reduce significativamente el riesgo. Si los síntomas pasan de leves a moderados, se recomienda acudir de inmediato a un centro de salud para evitar complicaciones mayores.
