El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) expresó su rechazo al aumento del salario mínimo anunciado para 2026, al considerar que la medida carece de un sustento técnico adecuado y podría tener efectos negativos en el empleo formal, la competitividad y la formalidad laboral en Guatemala.
Según la organización empresarial, el sector privado participó activamente en el proceso de diálogo y presentó propuestas técnicas diferenciadas por región; sin embargo, estas no habrían sido tomadas en cuenta. CACIF advirtió que un incremento sin base técnica podría agravar el problema de la informalidad, que ya afecta a cerca del 70 % de la población económicamente activa, forzando a miles de trabajadores a migrar del empleo formal al informal y perdiendo acceso a prestaciones y seguridad social.
Asimismo, recordó que decisiones similares en 2025 frenaron la recuperación del empleo formal, al impedir la creación de aproximadamente 40 mil puestos de trabajo, y alertó que el ajuste para 2026 podría cerrar aún más oportunidades laborales, especialmente para los jóvenes.
El sector empresarial también señaló que las micro, pequeñas y medianas empresas serían las más perjudicadas, poniendo en riesgo su sostenibilidad. Finalmente, CACIF reiteró la necesidad de una política salarial integral basada en productividad y competitividad para proteger la estabilidad económica y la generación de empleo formal.
