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Un emotivo y tenso momento se vivió recientemente cuando el propietario de una empresa de construcción y jardinería, con 35 años de trayectoria, rompió en llanto ante las cámaras de un medio local. El empresario denunció públicamente que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvieron a varios de sus trabajadores en un operativo que describió como “muy fuerte” e inesperado.
Según el testimonio del dueño, cuya identidad se mantiene en reserva, la acción de los agentes se llevó a cabo de manera abrupta, bloqueando el paso con varios vehículos para solicitar documentos a los ocupantes. El empresario enfatizó su consternación al señalar que uno de los trabajadores contaba con una licencia de conducir vigente y, además, poseía una citación que confirmaba el seguimiento de su solicitud de asilo. Asegura que en sus más de tres décadas en el negocio, nunca había experimentado una situación de esta magnitud.
El incidente ha generado preocupación entre las familias de los detenidos. El caso de un trabajador identificado como Carlos, originario de El Salvador, ha captado la atención. Sus familiares han expresado su profunda angustia, reportando que llevan aproximadamente un mes sin poder establecer ningún tipo de comunicación con él desde que se produjo la detención.
Este suceso pone de manifiesto la compleja situación que enfrentan muchas empresas y familias en relación con las políticas y operativos migratorios en Estados Unidos.