Una mujer de 34 años resultó con quemaduras de primer y segundo grado luego de que una olla de presión explotara mientras preparaba sus alimentos, por causas que aún no han sido establecidas.
El incidente provocó que líquidos calientes salieran expulsados directamente hacia el rostro de la víctima, afectando también áreas de la espalda y el tórax.
Al llegar al lugar, personal paramédico evaluó a la paciente y determinó que presentaba signos vitales alterados y un estado de salud comprometido debido a la gravedad de las lesiones.
Por esta razón, fue trasladada al Hospital Roosevelt para recibir atención médica especializada.
