Un nuevo estudio genético basado en una muestra de sangre tomada del sofá donde Adolf Hitler se suicidó en 1945 plantea que el dictador nazi pudo haber sufrido el síndrome de Kallmann, una condición que altera el desarrollo sexual y los niveles hormonales. Los resultados forman parte del documental británico “ADN de Hitler: El Plan Maestro de un Dictador”, producido por Channel 4.
La muestra fue obtenida por el coronel estadounidense Roswell P. Rosengren tras la caída de Berlín y autenticada casi 80 años después al compararla con el ADN de un familiar vivo de Hitler. Según los investigadores, el síndrome de Kallmann podría explicar el testículo no descendido documentado en un examen médico de 1923, así como posibles alteraciones en su vida íntima.
El análisis genético también descarta la teoría de que Hitler tuviera ascendencia judía y sugiere una predisposición a trastornos neuropsiquiátricos como el autismo, la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Sin embargo, los científicos enfatizan que estos resultados no deben interpretarse como un diagnóstico ni como una justificación de sus crímenes.
La genetista Turi King, una de las responsables del estudio, advirtió en el documental: “El ADN solo cuenta una parte de la historia. No puedes ver el mal en un genoma”.
