La operación policial llevada a cabo el martes en Río de Janeiro ha sido catalogada como la más letal en la historia de la ciudad, con un saldo de al menos 132 muertos, según la Defensoría Pública regional. La Policía Militar confirmó oficialmente 119 fallecidos, entre ellos cuatro agentes, además de 113 arrestos y la incautación de 118 armas, 14 explosivos y una tonelada de droga.
El operativo, denominado “Operación Contención”, movilizó a 2,500 agentes en la zona norte de la ciudad con el objetivo de capturar a miembros del Comando Vermelho, uno de los principales grupos de narcotráfico de Brasil. Durante los enfrentamientos se registraron intensos tiroteos, barricadas y ataques con drones, según informaron las autoridades.
Vecinos de la favela de Penha colocaron más de 50 cuerpos en una plaza para facilitar su identificación, ante la falta de presencia oficial. La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos expresó sentirse “horrorizada” por los hechos y pidió una investigación pronta y efectiva. En la misma línea, Human Rights Watch Brasil calificó la operación como un “desastre” y exigió esclarecer las circunstancias de cada muerte.
El gobernador Cláudio Castro declaró que la ciudad “amaneció de luto” por la muerte de los agentes, mientras el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, aclaró que el Gobierno federal no fue notificado de la intervención y subrayó que el combate al crimen debe realizarse “con planificación e inteligencia”.
La masiva operación se llevó a cabo a pocos días de que Río sea sede de eventos internacionales previos a la COP30, entre ellos la cumbre mundial C40 de alcaldes y el premio Earthshot del príncipe Guillermo de Inglaterra.