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La Autoridad Metropolitana de Tránsito (Emetra) de Guatemala ha impuesto una multa a un piloto de bus extraurbano debido al uso de una bocina que emitía el conocido sonido de la canción “Baby Shark”. La sanción se aplicó por generar ruidos estridentes en la vía pública, un acto considerado una infracción según el marco legal vigente.
De acuerdo con la información divulgada en las redes sociales de la Policía Municipal de Tránsito, la multa impuesta al conductor del vehículo de transporte colectivo asciende a $\text{Q}300.00$ (trescientos quetzales). Esta acción se fundamenta en el Artículo 182-5 del Reglamento de Tránsito de Guatemala, el cual establece penalizaciones por la producción de ruidos exagerados, estridentes o innecesarios, ya sea por medio de los propios vehículos, bocinas, altavoces u otros aditamentos.
Aunque el sonido de la popular melodía infantil puede resultar inofensivo en otros contextos, su utilización como bocina con un volumen excesivo o molesto en el tráfico vehicular constituye una violación a las normativas destinadas a preservar la tranquilidad y la seguridad vial. El Reglamento de Tránsito, en su articulado referente a la contaminación auditiva (Artículos 42 y 44), prohíbe explícitamente la emisión de sonidos o ruidos que perturben o contaminen el ambiente, especialmente en zonas residenciales u hospitales.
Las autoridades de tránsito buscan con estas medidas asegurar el cumplimiento de las normas que regulan la convivencia en la vía pública y minimizar los factores que pueden generar distracción o incomodidad a otros conductores y peatones, reafirmando el compromiso con el bienestar general y la reducción de la contaminación auditiva en el perímetro urbano y extraurbano.
