El huracán Melissa, de categoría 5, tocó tierra este martes en Jamaica con vientos de hasta 300 kilómetros por hora, convirtiéndose en una de las tormentas más potentes registradas en el Atlántico en más de un siglo. El fenómeno ya ha causado siete muertes —cuatro en Haití y tres en Jamaica— y amenaza con provocar inundaciones catastróficas y marejadas de hasta cuatro metros en la costa sur de la isla.
A pesar de las órdenes de evacuación, muchos refugios permanecían vacíos al cierre del lunes, lo que ha generado preocupación entre las autoridades locales y organismos internacionales. El Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. advirtió que esta es “la última oportunidad para proteger su vida”.
Con una presión mínima de 892 milibares, Melissa se ubica como el tercer huracán más intenso del Atlántico, superado solo por Wilma (2005) y Gilbert (1998). Sus vientos sostenidos de casi 300 km/h lo colocan también entre los más veloces jamás registrados.
Según el meteorólogo Jonathan Erdman, de The Weather Channel, Melissa podría “igualar o romper el récord histórico de la cuenca atlántica por su impacto en tierra”. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) la ha descrito ya como “la tormenta del siglo”.
Mientras tanto, Estados Unidos ha iniciado evacuaciones preventivas, trasladando a unas mil personas desde la base naval de Guantánamo a Pensacola, Florida, ante el posible avance del ciclón hacia el norte del Caribe.
