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La Presidenta de la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala, Leyla Lemus, ha lanzado un contundente mensaje a la comunidad jurídica internacional, demandando la defensa innegociable de la supremacía constitucional frente a la creciente influencia de los organismos supranacionales.
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En su intervención durante la inauguración del Congreso Internacional de Derecho Constitucional, Lemus advirtió que la apertura al derecho internacional jamás debe implicar la claudicación de la soberanía nacional ni de la voluntad democrática expresada en la Carta Magna.
La magistrada destacó que la Constitución es el pacto social y el fundamento esencial del Estado de Derecho, por lo que su resguardo es un acto de afirmación de la soberanía popular. La jurista hizo un llamado a evitar que los sistemas de protección de derechos humanos se conviertan en instancias de “cuarta o quinta instancia” que revisan decisiones nacionales de forma sistemática, socavando la autoridad de los tribunales soberanos.
Lemus fue enfática al señalar que los jueces constitucionales deben ejercer su función con rigor técnico y prudencia institucional, denunciando el riesgo del activismo judicial ideológico. Este fenómeno, según indicó, se manifiesta cuando los tribunales se convierten en promotores de agendas políticas o ideológicas particulares, usurpando funciones que legítimamente corresponden a los poderes políticos democráticamente electos. La justicia constitucional, subrayó, debe ser guardiana de la Constitución, no un “arquitecto social”.
La postura de la Presidenta de la CC se centra en la necesidad de aplicar el principio de subsidiariedad, el cual establece que la intervención internacional solo es legítima cuando los sistemas de justicia nacionales han fallado efectivamente. La defensa de la supremacía constitucional, en este contexto, no es un acto de aislamiento, sino la preservación del pluralismo democrático y del derecho de cada nación a decidir su destino sin imposiciones externas.