Este lunes 6 de octubre, Lima y Callao amanecieron con un paro de transporte que ha paralizado hasta el 90% de los buses urbanos, según Martín Ojeda, vocero de la Cámara Internacional del Transporte. La medida, calificada como un “apagón de motores”, es una respuesta al asesinato del conductor Daniel José Cedeño Alfonso, ocurrido el pasado sábado en San Juan de Miraflores mientras cumplía funciones en una ruta formal.
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Lejos de bloqueos o marchas, los transportistas optaron por una protesta silenciosa, deteniendo sus unidades en terminales y bases como muestra de duelo y solidaridad. Ojeda explicó que la paralización es también un llamado urgente a las autoridades ante la creciente ola de violencia en el sector: “Ya van cerca de 47 asesinatos”, advirtió.
El gremio también rechazó declaraciones del ministro del Interior, quien puso en duda la naturaleza del crimen, recordando que la víctima fue asesinada en pleno servicio. Además, los dirigentes han dejado abierta la posibilidad de repetir la medida si continúan los actos de violencia: “Si el lunes hay otro fallecido, el martes también se parará”.