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El gobierno del presidente Donald Trump ha implementado cambios significativos para simplificar el proceso de solicitud de visas H2-A, destinadas a trabajadores agrícolas temporales. La medida principal, que entró en vigor recientemente, busca aliviar la carga burocrática para los empleadores del sector agrícola que enfrentan una escasez de mano de obra nacional.
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Esta reforma se centra en agilizar la presentación de peticiones, especialmente para aquellos empleadores que aún no han identificado a los trabajadores específicos que desean contratar.
Según anuncios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y del Departamento de Trabajo (DOL), el objetivo es modernizar y hacer más eficiente un programa considerado vital para la economía agrícola del país.
La administración ha revertido activamente regulaciones de la gestión anterior que, según argumentan, imponían costos excesivos y complicaciones innecesarias a los agricultores. Uno de los focos de la reforma ha sido la metodología para calcular el Salario de Efecto Adverso (AEWR), el sueldo mínimo que se debe pagar a los trabajadores con visa H2-A, buscando establecer un sistema más flexible.
Representantes del sector agrícola han recibido positivamente estas modificaciones, señalando que son un paso necesario para garantizar la estabilidad de sus operaciones. Sin embargo, algunas organizaciones de defensa de los derechos de los trabajadores han expresado su preocupación, temiendo que la simplificación de los trámites pueda llevar a una reducción en las protecciones laborales y salariales para los empleados extranjeros.